La publicidad, la moda, la tele, el cine, los cómics, el porno... y ahora, los calendarios solidarios. El enemigo no era el sexismo, era el sexo (el hetero, concretamente). Luego no digáis que no os lo advertí.
Septiembre, vuelta al trabajo. Por cierto, ejem, que algunos llevamos años haciéndole boicot a Nike sin hacer tanto ruido (con Primark no, por supuesto. ¿O qué somos, trogloditas?).