martes, 16 de enero de 2018

La guerra de los mundos

Catherine Deneuve pide perdón a las víctimas de abusos tras su artículo contra el “puritanismo sexual”
La actriz francesa lamentó que se tergiversase su apoyo al polémico texto (fuente: El País)



Lo sé, lo sé. Igual me estoy metiendo en un jardín con este tema (¡Hola, Alf!) pero, qué coño, la noche es joven. Aún a riesgo de acabar en la misma hoguera que sale en el meme, quiero decir dos cosas al respecto del famoso comunicado de Catherine Deneuve y otro centenar de artistas e intelectuales francesas y su encontronazo con diferentes colectivos feministas (y no, no voy a decir ESA PALABRA que muchos seguramente pensabais que iba a decir) ante los cuales, oh sorpresa, ya han tenido que recular y pedir disculpas:

- 1) Aquí os dejo el texto original, en español, para que lo leáis y saquéis vuestras propias conclusiones acerca de si es una meada fuera de tiesto (ups, expresión machista, perdón) o si es una crítica constructiva.

- Y 2) Yo, Albret, lo admito: soy un privilegiado. Soy un hombre, soy occidental, soy blanco, tengo un cierto nivel económico y, por mucho que el Winky vaya diciendo por ahí lo contrario, soy heterosexual. Pese a ser del Atleti soy perfectamente consciente de que vivo en este mundo sin sufrir muchas de las grandes injusticias y discriminaciones que sufren otros colectivos, siendo el más evidente de ellos el de la mujer prácticamente desde el inicio de los tiempos. Nunca me han pagado menos que a una compañera por realizar el mismo trabajo (que yo sepa), nunca me han preguntado si tengo pensado tener un hijo o me han guiñado un ojo en una entrevista laboral, nunca (bueno, ejem, casi nunca) me han metido mano en una discoteca, nunca he pasado miedo al volver solo a casa de noche... y, por supuesto, mi pareja nunca me ha puesto la mano encima. Las mujeres, en muchos ámbitos de la sociedad, por desgracia aún siguen siendo consideradas poco más que la compañera del hombre, una ciudadana de segunda (en algunos países esto es literal) para según qué cosas y un coño con patas cuya única función en la vida es traer hijos al mundo y alegrarle la vista al hombre. Por ello, ser feminista en el siglo XXI (esto es, o así lo entiendo yo, querer la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres) y luchar contra siglos de costumbres machistas y de estructuras de poder predominantemente masculinas no es sólo una opción: es una obligación moral.

PERO. Nunca la lucha por conseguir unos derechos debe implicar la negación de otros derechos. Nunca una injusticia se soluciona con otra injusticia. Y nunca ninguna causa, por legítima que sea (y en ese saco meto otras tantas como la lucha contra el racismo o la homofobia), poseerá jamás la verdad absoluta, porque entonces deja de ser una causa y se convierte en una pseudoreligión. Y ahí es donde los extremos se tocan y donde concuerdo en mayor medida con el manifiesto arriba expuesto: antes era la iglesia quien decidía qué era pecado y qué no y, por supuesto, como todo lo era, todo el mundo era, aún sin saberlo, un enemigo de la fe que debía ser corregido y castigado. Hoy, es la rama más extremista del feminismo la que parece haberse apoderado del movimiento y haber decidido sin oposición aparente que todo en nuestra sociedad, sin excepción, es machismo (¿Feminismo + Cuñadismo = Coñadismo?) y que, en consecuencia, si todo está contaminado también todo es susceptible de ser purificado... y no con un feminismo cualquiera sino con el suyo, el feminismo del bueno, que diría Ignatius. Sin discusión posible, sin matices, sin disidencia que nos distraiga de la causa mayor. O aténganse a las consecuencias.

Parece que no se puede, por ejemplo, ser feminista y reconocer que, aunque en mucha menor cantidad, también existen hombres, niños y ancianos maltratados y/o asesinados en su entorno familiar (este link y este otro son de traca). Igual que parece que no se puede ser feminista y denunciar que, pese a todo, también hay algunas tradiciones e, incluso, legislaciones que discriminan al hombre. O que parece que no se puede ser feminista y defender la presunción de inocencia y el estado de derecho ante una acusación de acoso o violación porque por todos es sabido que hacer eso es, automáticamente, culpabilizar a las víctimas y ponerse del lado de los verdugos (curioso que mucha de la gente que piensa así luego, por ejemplo, esté en contra de la prisión permanente revisable por considerarla una "barbaridad que va contra los derechos del preso", al caso de Diana Quer me remito). O que no se puede ser feminista y pensar que es una barbaridad el goteo constante e impune de afirmaciones de que, según estudios de las prestigiosas universidades de Píkara Magazine o Vice España, el 100% de los hombres, punto arriba punto abajo, son unos violadoresasesinos en potencia y que, tal vez, que sean ellos los que reciban sería un acto casi de justicia poéticaO que no se puede ser feminista y defender la galantería, el coqueteo y la seducción (con mayor o menor tacto) o, en definitiva, el amor romántico de las películas de Hollywood y las canciones pop (Corín Tellado claramente era una alienada). O que no se puede ser feminista y hacer chistes, chanzas, bromas y comentarios jocosos con más o menos mala leche sobre el género femenino (sobre el masculino todos los que queráis) porque hay cosas sobre las que uno no puede hacer bromas, y los límites del humor, y Carrero Blanco, y bla bla bla. O que no se puede ser feminista y no argumentar que cualquier entorno social o laboral en el que la mujer no tenga, como mínimo, el mismo peso que el hombre será, única y exclusivamente, debido a una discriminación de género y no a méritos o deméritos de la misma. O que no se puede ser feminista y ser de derechas (o, más concretamente, no se puede NO ser de Podemos) porque patriarcado y capitalismo son, al parecer, un monstruo de dos cabezas y las tropas comunistas no se dedicaron tras la ocupación de la Alemania nazi a violar mujeres, claro que no. O que no se puede ser feminista y estar de acuerdo con la gestación subrogada porque nadie manda en el cuerpo de una mujer salvo otras mujeres. No se puede ser feminista y enseñar carnaza estilo Pedroche porque, aún voluntariamente, sexualizarte y que te guste sentirte deseada por los hombres también es machismo (no hablemos ya del porno). O que no se puede ser feminista (y friki) y que no te convenza del todo que hagan continuas revisiones de las pelis favoritas de tu infancia (la mayoría, y aquí estoy de acuerdo, sí que eran machistas), como por ejemplo la saga Star Wars, con personajes femeninos fuertes (Rey) pero también con masculinos malvados (Kylo), idiotas (Poe) o cobardes (Finn). O que no se puede ser feminista y tratar de respetar el lenguaje castellano, porque todo lo que sea joder a Pérez Reverte y a Javier Marías te da puntos. O no se puede, en resumen, ser feminista y ser un hombre (¿Por qué? Because fuck you, that's why). O que, en un triple mortal con carpado y doble tirabuzón, no se puede ser feminista y apoyar los derechos de la comunidad LGTBI porque si una mujer tiene polla, por mucho que ésta diga lo contrario, es un hombre.

¿Has llegado hasta aquí y te sigo cayendo bien? Maravilloso. Porque soy perfectamente consciente de que mi opinión en este tema tan polémico puede no gustar a alguna gente y que como esto se acabe haciendo viral en la red me van a poner de pollavieja p'arriba (podría ser un buen nombre para un medicamento contra la disfunción eréctil), pero no quería quedarme callado ante una situación que considero que está degenerando hacia extremos peligrosos y que, por desgracia, nadie (o, al menos, nadie con poder) parece querer poner freno. Combatir siglos de odio, prejuicio y desigualdad... con más odio, más prejuicio y más desigualdad al final lo único que conseguirá será no una situación general más justa para todos sino dos injusticias, la una frente a la otra y retroalimentadas entre sí, y un terreno completamente calcinado donde ya nada pueda crecer en el futuro. Ese no es mi ideal feminista... pero quizás algunos sólo entiendan el mundo como un campo de batalla. Que se diviertan en él, pues.


PD 1: Cuando lea este post, La Asturiana me manda una semana al sofá fijo.

PD 2: Fallece súbitamente Dolores O`Riordan, cantante de The Cranberries y uno de los iconos del rock alternativo de los 90. Pronto empezamos este año.

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