01. He hecho cuatro años de relación con mi señora (¡un Mundial!), estoy muy a gusto compartiendo techo con ella y nuestro ejército de muñecos y, aún a riesgo de que suene pasteloso (¡Hola, Ro!), cada día con The Asturian mola... salvo cuando se nos rompe el grifo de la cocina, lo cual viene a ser unas dos veces por semana. Y quiero presumir de lo más grande que he organizado desde la gala de Miss Periodismo: su cumpleaños sorpresa con más de 20 invitados, globos, bachata, brownies y decoración con pósters de osos asturianos. La cara que puso cuando se encontró de repente con toda esa gente que estaba allí por ella no se me va a olvidar en la vida.
02. Hablando de olvidar, no he podido olvidar del todo ese asunto médico que tan intranquilo me tuvo el año pasado, pero sí que cada vez ha ido perdiendo más fuerza hasta el punto en que a día de hoy, por suerte, ya lo puedo considerar un tema superado. Así que, salvo por un episodio que tuve de fuertes jaquecas (¿migrañas?) y de echar las tripas por la boca ante una reciente visita de Josemi a mi casa (mi cuerpo ya asocia), puedo decir que, en cuanto a la salud, este año se ha portado bien conmigo.
03. También por un tema de salud fue uno de los dos viajes que realicé a Asturias este año (la cosa salió bien, tranquis) aunque también he recorrido otros sitios de la Piel de Toro en los cuales no había estado nunca como Valladolid o Zaragoza. Mú bonicos ambos, aunque en ninguno de esos dos sitios tenían cachopos. Ñam, ñam.
04. Para viaje viaje, el que hice a Alemania en verano, el primero fuera de España desde hacía 12 años. Una semana recorriendo Berlín y Múnich y viendo monumentos y lugares históricos e impresionantes (me quedo especialmente con la Topografía del Terror, el campo de Dachau y el monumento de guerra soviético), haciéndonos fotos con osos, comiendo mal, siendo tratados peor y corriendo sin parar para no ser atropellados continuamente por coches y bicis. ¡En Alemania los semáforos no tienen ámbar! ¿Dónde está ese primer mundo, que yo lo vea?
05. Fue volver de Alemania y empalmar con otro viaje, concretamente a un pueblo de Toledo para la boda de unos vecinos. Fue un domingo por lo que, pese al bonito recinto y el alcohol gratis, los invitados no estaban muy por la labor así que, al final, fuimos los resucitafiestas de siempre los que mantuvimos el barco a flote. Y un detalle: ¿adivináis quién cogió el ramo de la novia? Efectivamente. YO.
06. Si la boda de antes fue la cara, la cruz en mi comunidad de vecinos fue el fallecimiento de dos personas vinculadas fuertemente al edificio (una comenzando el año y otra finalizándolo), ambas tan inesperadas como impactantes.
07. Download Festival. Mad Cool. Dos festivalazos, un único recinto (la Caja Mágica), buena compañía y artistazos como Foo Fighters, System of a down, Green day, Linkin Park (en la que, a la postre, iba a ser su última actuación en España), M.I.A., Hamlet, Mastodon, Gojira, Every time I die o Manic Street Preachers. Ante semejantes carteles, ni el mismísimo diluvio universal pudo con nosotros.
08. Desgraciadamente, sí que lo hizo el terrible accidente que le costó la vida a un acróbata aéreo en los instantes previos al concierto de Green day, el cual no se suspendió en una decisión que será eternamente motivo de polémica. Ver morir delante de ti a una persona de la cual habías estado varios segundos antes riéndote de su bigote no es cosa fácil de encajar, amigos.
09. Tampoco es fácil de encajar ver delante de ti a tres señores haciendo bebés tras unos matorrales, hecho que me sucedió a plena luz del día en el Tiergarten de Berlín apenas unas semanas después del incidente del Mad Cool y que hizo que tuviera que lavarme los ojos con aguarrás durante una semana. El alfa y el omega, la vida y la muerte y el universo que tiene una extraña forma de balancearse a sí mismo. Y sí, lo de "hacer bebés" era una forma de hablar, evidentemente.
10. Otros homosexuales que sí que hicieron bebés (aunque en este caso cada uno por su cuenta) fueron los señores Pacotorni, Otis Kramer y, especialmente, mis hermanos de diferente madre Kanouté y el señor W, que añadieron otros dos niños a mi colección de sobrinos guapísimos. Y hablando del señor W, para siempre quedará en nuestra memoria la despedida de soltero virtual que le realicé por whatsapp el día anterior a su boda. Gratuita, rápida y, sobre todo, limpia. Aquí hay nicho de mercado, amigos.
11. Antes hablaba de los festivales a los que he ido, pero también he ido a conciertos individuales: Alter Bridge, Mägo de Oz... ¡y Ricky Martin! Antes de que empecéis con las chanzas homófobas tengo que aclarar tres puntos: 1) fue un gesto de valentía frente al terrorismo, ya que apenas un día antes fue el terrible atentado de Manchester y me negaba a quedarme en mi casa acojonado, 2) fue un regalo a mi señora en un momento en que ésta estaba pasando una mala racha, y 3)... qué coño, que me apetecía. Y me lo pasé muy bien. Venid a mí, haters.
12. Fui a varias obras de teatro (casi todas en el Lara) y, algo raro en mí, vi dos musicales: Dirty Dancing (por si no teníais bastante con lo de Ricky Martin)... ¡y ¡Arrea!, el musical de Mamá Ladilla! Porque sí, tienen un musical, y es La Risa.
13. Antes hablé del Mad Cool, y probablemente la mejor parte de aquella experiencia fue la formación del Deathgroup, pandi fiestero-seriéfila con la que he quedado de manera más o menos habitual desde el verano para ver series con dragones y pelis frikis (¡Castores zombis!), comer Pringles y contarnos nuestros éxitos (alguno) y fracasos (la mayoría). Además, que gracias a ellos he descubierto ¡Has sido tú!, el gran juego de la PS4 con el que probablemente me he echado las mayores risas del año y he perfeccionado el glorioso arte de dibujar penes.
14. Precisamente fue con una miembra (sic) del Deathgroup cuando me sucedió uno de los momentos WTF del año: escuché el Despacito en un bar... de Malasaña. Hasta tal nivel ha sido un exitazo semejante boñiga de mono, cuya popularidad es inversamente proporcional a mi capacidad de comprender el motivo. Yo, por mi parte, me quedo con Villains, de Queens of the Stone Age (mi disco favorito, y único, del año), con clásicos que han estado de vuelta como Nine Inch Nails o Marilyn Manson, con descubrimientos como Wolf Alice o Every time I die y con la ilusión de ver cómo iban anunciando a todos los grupos del mundo para las próximas ediciones del Download y el Mad Cool, las cuales no me pienso perder y pintan apoteósicas... pese a que coincidirán con Iron Maiden tocando en el campo del Atleti. ¿QUÉ POSIBILIDADES HABÍA?
15. Hablaba antes de series con dragones, y está claro que no me refería a Dragones & Mazmorras (que también habría molado). La séptima temporada de Juego de tronos tuvo una fecha de emisión inusual, en medio del verano, pero pese a ello volvimos a sentir más que nunca el frío de un invierno que, por fin, ha llegado a la serie. Episodiazos espectaculares como The spoils of war o Beyond the wall, momentos largamente esperados por los fans, alguna sobrada del guión que desafía a todas las leyes de la lógica y un final de temporada para el que tuve que aguantar heroicamente una semana sin internet para no comerme spoilers (me pilló de viaje en Alemania). Esta temporada, al menos para mí, no ha decepcionado en absoluto. Ahora toca lo más duro: esperar... ¡hasta 2019! para ver el desenlace. Algo tan cruel no se le habría ocurrido ni al mismísimo George R.R. Martin.
16. Una de las cosas que me propuse para 2017 era ver más series y creo que, pese al no demasiado tiempo libre del que he dispuesto, lo he conseguido con creces: Stranger things 1 y 2, Narcos 2, Westworld, Rick y Morty, Jessica Jones, Fargo 2, Glow, American horror story: Freak show y la que ha sido mi serie que no incluye dragones favorita del año: American gods. Si no la conocéis, ya estáis tardando. Por cierto, una de las series que tengo pendiente es Twin Peaks, aunque sólo sea por el cameo de Nine Inch Nails :)
17. Este año ha estado lleno de pelis que me han entusiasmado como Moonlight, La La Land, Logan, Verónica, It, Kingsman: el círculo dorado, Blade Runner 2049, Dunkerque o Batman: La Lego pelicula (Star Wars: Los últimos jedi, ni fu ni fa), pero si tengo que quedarme con una elijo madre!, la (incomprendida) pesadilla bíblica de mi idolatrado Darren Aronofsky. Y una cosa he de decir: el nuevo Spider-Man de Marvel/Disney no sólo es que no me gustara, sino que salí del cine de mala hostia con tanto cambio respecto al material original, ese reparto sacado de un anuncio de Benetton y tanto humor para parvulitos. Y lo peor de todo es que este gigante, tras haber comprado la Fox, ahora controla prácticamente todo Hollywood, que Trent nos pille confesados. ¡Ah, y por fin me vi (deprisa y corriendo, pero lo hice) todas las pelis de Harry Potter! ¡Ahora sí que soy un friki de verdad!
18. Un aparte en el tema cinematográfico: la increíble experiencia de poder ver en pantalla grande y 25 años después de su estreno Drácula de Bram Stoker en una sesión especial de Sunset Cinema en los cines Capitol de Madrid. Fue algo mágico, como viajar en el tiempo. Océanos de tiempo.
19. La noticia laboral del año fue que cambié oficialmente de empresa (que no de cliente) tras casi 3 años en la misma poniendo fin a una incertidumbre sobre mi futuro laboral que hizo que me viera con pie y medio en la calle durante varios meses (y pensando seriamente en otras opciones... que aún barajo). Finalmente hubo final feliz y la satisfacción de la recompensa al trabajo bien hecho (de hecho, firmé mi primer contrato indefinido ever) pero con un mal sabor de boca por ver cómo la mitad de mis compañeros acababan en la puta calle. La culpa del superviviente... pero la vida sigue, qué remedio. Renuevarse o morir.
20. Un punto aparte se merece este hecho: el cierre interminable de la mayor guía que he maquetado jamás, un cierre que durante 3 días hizo que tanto yo como mis compañeros saliéramos del curro a las 21:00, a las 23:00... ¡¡¡y a las 7 DE LA MAÑANA!!! 21 horas seguidas trabajando, 400 páginas revisadas una y otra vez, los ojos secos y la lengua por los suelos... pero salió todo, y salió bien. Mis nietos no se lo podrán creer... aunque para tener nietos, primero tengo que tener hijos. ¡Hola, Asturiana!
21. Cataluña ha sido el tema estrella de conversación (o a evitar) del año, y es que entre el procés y los atentados yihadistas de Las Ramblas y Cambrils da la sensación de que todo ha pasado allí. Por cierto que, precisamente, el 1-O yo también viví mi minimomento de "yo corrí delante de los grises" (creo) al encontrarme en Sol entre dos manifestaciones, una de fachas y otra de rojos, y de repente producirse una estampida ante la cual tuve que salir por patas. Muy bien el esconderte en el Corte Inglés sin esperarme, wapi, todo un detalle. Es bromis, yo hubiera hecho igual.
22. Sorprendentemente, el tema catalán no provocó ninguna discusión en mi familia (y eso que tengo familia catalana, a la cual he de decir que tengo mucho cariño), lo cual no quiere decir que no haya habido momentos de tensión, algunos bastante desagradables que te dan bastante que pensar. Tan sólo un apunte totalmente random: en este link podéis ver cómo el índice de delincuencia en España ha descendido en los últimos diez años. Nada, simplemente por si os interesaba.
23. ¡Cosas que hice por primera vez!: renuncié a mi dignidad y me compré un palo selfie, comí en el Five Guys (buenísimas las patatas), bailé (o algo) al hula hop, participé en un Escape Room, bebí hidromiel, me hice cliente de Amena (genial, oye) y fui a la pradera de San Isidro.
24. Hablando de praderas, nos dejó el pecador de la ídem, el por todos imitado y a la vez inimitable Chiquito de la Calzada, que unido a las pérdidas de Pablo Ráez y David Delfín hacen que este año haya sido bastante triste en Málaga. Otros famosos que nos dejaron fueron Ángel Nieto, Bimba Bosé, Carme Chacón, Hugh Hefner, Malcolm Young, Chuck Berry, Terele Pávez o, especialmente, Chris Cornell y Chester Bennington, dos de los rockeros más grandes de los 90 y dosmil cuyos suicidios no se esperaba absolutamente nadie y que dejaron devastado al mundo de la música. Descansad en poder, ambos.
25. El Atleti volvió a comerse un torrao en Champions y nos eliminaron no una sino dos veces (al menos una de ellas no fue el Madrid) pero, a cambio, los colchoneros pudimos vivir todo un acontecimiento: la despedida del eterno estadio Vicente Calderón (en un partido de las estrellas en el cual vi, entre otros, a leyendas como Ronaldinho, Forlán o Julio Salinas) y la mudanza al espectacular Wanda Metropolitano, el cual viví por fuera en su inauguración contra el Málaga (lo siento, shurhand) y por dentro hace un par de semanas, con victoria y gol de Fernando Torres. Vamos, una noche redonda :) Y hablando de Torres, casi se nos muere sobre el césped de Riazor pero Gabi y Vrsaljko (renovación vitalicia para ambos) le salvaron la vida aplicándole rápidamente primeros auxilios. Eso es mucho más importante que cualquier título.
26. En cuanto al resto de deportes, destacar que el Real Madrid lo ganó CASI (jijiji) todo, Neymar se quedó CON y no EN el Barça, Federer y Nadal volvieron a demostrar que su rivalidad es la más grande de la historia del deporte, Mireia volvió a enamorarnos y se retiraron dos leyendas: Usain Bolt y Alberto Contador, cuya última vuelta al ruedo pude ver en directo en la Castellana. Cierta asturiana lloró en ese momento, a ver si adivináis de quién hablo.
27. Lo mío con el deporte, en cambio, es otra historia: fui al gimnasio un total de, día arriba día abajo, 5 veces (y pagué todo el año, por supuesto), me lesioné un pie pegando cuatro carreras puercas al parque de Canal y el más difícil todavía: ¡me lesioné de la rodilla dándolo todo en la pista en mi cena de empresa de Navidad! Al menos, eso sí, salí ileso de una experiencia que me encantó: pasear por Madrid Río en bici una bonita tarde de marzo. Hay que repetir, chiqui.
28. También relacionado (mínimamente) con el deporte fue un suceso que aún a día de hoy me sigue sorprendiendo: ¡conseguí cambiar en una conocida tienda mis tenis (véase "deportivas" si eres madrileño) favoritos de casi dos años de uso por otros nuevos exactamente iguales, únicamente enseñando el ticket y gracias a que el encargado me chivó que tenía derecho a hacerlo! Aún queda gente buena en el mundo, amigos.
29. Claudiqué ante la evidencia y, 5 años después de operarme de miopía, tuve que comprarme de nuevo unas gafas de lejos para ver bien la tele... y, qué coño, me quedan muy bien :) También me compré no una sino dos gafas de sol, una de las cuales, por supuesto, perdí en la feria de Málaga. Soy un tío de tradiciones.
30. Hablando de conservadurismo, no sé muy bien si es porque cada vez soy más un viejo gruñón o porque el mundo está cada vez más lleno de gilipollas (propablemente ambas), pero en 2017 he descubierto en las redes sociales el placer de la equidistancia (desde que se lo dijeron a Serrat como insulto lo veo como un halago) y de darle lo suyo no sólo ya a la derecha, sino también a la extrema izquierda, y es que mucho me temo que el odio, el sectarismo y La Tontería no entienden de ideologías. ¿Mis temas favoritos del año? Cataluña, las (y los) feministas radicales, los límites del humor y la guerra eterna entre fascistas y antifascistas. Let! Them! Fight!
31. Hablando de El Internet, muy a mi pesar admito que dejé un poco de lado el Mierdiario por no disponer de tiempo libre para postear en condiciones pero, en cambio, re-debuté en Instagram, red social que tenía abandonada desde hacía 4 años y que me ha enganchado pese a que considere que el 90% de todo el contenido que veo por ahí sea mierda pura (el mío, en cambio, es maravilloso). ¿Mi especialidad? Las caras en cosas. ¡Hola, Coral!
32. Me da bastante rabia no tener mucho que destacar del mundo del wrestling, y es que pese a tener una de las plantillas con más talento de su historia, la WWE se empeña continuamente en no crear rivalidades que enganchen, en saturar al espectador con demasiado contenido y en decisiones de los guionistas que no tienen ni la más mínima lógica: ¿Jinder Mahal campeón de la WWE? ¿Quitarle el título a Kevin Owens a un mes de Wrestlemania para dárselo al abuelo Goldberg, que apenas aguanta 5 minutos en el ring sin ahogarse? ¿John Cena vs. Shinsuke Nakamura en un Smackdown de mierda sin apenas hype? ¿Cargarse por completo el personaje de Bayley y hacer que el histórico primer Money in the Bank femenino lo gane... un hombre? WHAAAAT? Si acaso me quedo con la ¿retirada? del Undertaker (y si no lo ha hecho debería haberlo hecho, que la barriga cervecera que se gastaba el Deadman era de vergüenza ajena), la brutal rivalidad de Roman Reigns y Braun Strowman (¡BRRRRAAAAAUUUUUNNNNNN!), el reconocimiento (tardío, pero reconocimiento) a AJ Styles con su segundo campeonato de la WWE y el anuncio de un próximo Royal Rumble femenino, que ya iba siendo hora. Con todo, creo que tengo más ganas de ver el próximo show de New Japan que Wrestlemania.
33. Dos apuntes del mundo del cómic: tras pegarme el madrugón del siglo, hacerme una cola enorme y pasar un frío del carajo, me quedé a un puto turno de conseguir la firma del gran Frank Miller en el Heroes Comic-Con... pero sí que conseguí la del aún más grande Francisco Ibáñez en la Feria del Libro ^^
34. Una chorrada pero, qué coño, las chorradas me hacen feliz: me regalaron una colchoneta con forma de pizza y me compré un gorro de navidad con forma de mierda del whatsapp :D
35. Evidentemente no lo voy a detallar por aquí, pero puedo decir con orgullo que conseguí cumplir el objetivo de superar una cifra simbólica en mi cuenta del banco que llevaba muchos años persiguiendo. A veces, si se pelea, se trabaja y no se tiene una hipoteca, ¡se puede!
36. Mi antiguo móvil estaba hecho candela así que decidí actualizarlo comprándome una versión más moderna, para la cual me informé bien en internet acerca de sus características y, sobre todo, de sus vídeos, algo fundamental teniendo en cuenta la cantidad de conciertos a los que voy cada año. Pues bien, el móvil monísimo (lo llamé Azulito) pero cuando lo estrené en el Download... EL SONIDO ERA UNA PUTA MIERDA. Al parecer me confundí al comprarlo y era una versión más nueva, sí, pero de peor gama. Lo sé, lo sé, problemas del primer mundo.
37. Y por último pero no por ser menos importante, sino porque es algo que sucede justamente hoy: ¡cumplo 37 años! Pero, por suerte, sigo aparentando 27. Haters, aquí sigo esperándoos.