Tres puntos que quiero comentar sobre la polémica de los tuits del ya exconcejal de cultura del Ayuntamiento de Madrid, Guillermo Zapata:
01) Zapata está bien dimitido, y es que un político debe ser ejemplar en su puesto y, al igual que alabamos a otros países cuando un cargo público dimite por copiar en un examen o no pagar una multa de tráfico, aquí debemos ser igual de ejemplares por mucho que ese tuit se escribiese hace 4 años.
02) La inmisericorde caza de brujas que la derecha, aliada con los talibanes de lo políticamente correcto, ha hecho sobre Manuela Carmena a través de la persona de Zapata ha sido del todo vergonzosa. ¿Quién es el verdadero xenófobo, el que cuenta en las redes sociales un chiste contra los extranjeros para defender a un colega de un linchamiento mediático adoptando el rol de supervillano para provocar a los flanders de la red o los que le quitan la tarjeta sanitaria a los inmigrantes, ocultan pruebas contra los que les tiran pelotas de goma en el agua o salen sonrientes en carteles electorales diciendo que van a limpiar su ciudad de extranjeros? ¿Quién ofende más a las víctimas del terrorismo, los que hacen un chiste de bastante mal gusto sobre Irene Villa (chapó por su buen humor, por cierto) o los que banalizan a ETA poniéndole esa etiqueta a todo aquel que no comulgue con sus ideas políticas y utilizan a las víctimas para obtener réditos políticos? Venga, hombre. Aunque una cosa es tristemente cierta: si la barbaridad, por más matices que tuviera, la hubiese dicho un tuitero de derechas, la reacción de la izquierda probablemente habría sido la misma.
03) Pongámonos serios y admitámoslo: todos, todos, TODOS hemos dicho u oído alguna vez algún chiste de humor negro y nos hemos partido la caja con él (este país es muy de eso), y no por ello somos xenófobos, machistas, homófobos o terroristas en potencia (menos mal que cuando la cascaron Lady Di o Antonio Flores no existía twitter, que si no ahora mismo yo igual estaba en la cárcel). No seamos hipócritas y no permitamos que los árboles no nos dejen ver el bosque: un chiste contado por una persona no tiene por qué definirla (salvo que seas Chiquito de la Calzada). A una persona la definen sus acciones, y algunos de los que más bilis han soltado estos días tienen la mochila tan cargada de vergüenzas que más bien harían en estarse calladitos.
PD: Y hablando de poco respeto por los muertos... (¡¡¡CUIDADO, SPOILERS ENORMES DEL 5X10 DE JUEGO DE TRONOS!!!)
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