Me da igual si tras la detención de siete altos cargos de la FIFA por corrupción continuada durante las dos últimas décadas hay oscuras intenciones tal y como argumentan algunos conspiranoicos: el imperio del terror del mafioso de Joseph Blatter (y sus adláteres, que no olvidemos que le acaban de reelegir en el cargo) parece estar, y ya iba siendo hora, empezando a resquebrajarse. Mientras tanto, y ya que la FIFA no es un organismo público que esté obligado a rendir cuentas ante la ciudadanía... ¿qué tal un bonito boicot a sus tan grandilocuentes, deshumanizados, codiciosos y manipulados mundiales que tanto tienen que ver con el negocio y tan poco con el deporte? (ya estuve a punto de hacerlo en el último) Villar jamás lo hará, pero... ¿y usted, amigo lector? Y es que disfrutar del fútbol es bonito, pero disfrutar de tener una conciencia tranquila lo es aún más.
PD 1: Con todo, repito que cuando Iniesta marcó el gol de Sudáfrica lloré como un imbécil, que una cosa no quita la otra.
PD 2: Tanto hablar estos días del Mundial de Corea de 2002 me ha hecho darme cuenta de que ya han pasado nada menos que trece años desde entonces. Madre del amor hermoso, qué lejos queda ya todo aquello.
PD 3: Me meo toa con el "musical" de Juego de tronos que se han marcado los Coldplay ("Red Wedding! Red Wedding!" xDD). Y es que no hay nada como saber reírse de uno mismo.
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