lunes, 5 de enero de 2015

¡El futuro!


Pues llegó 2015 y por la calle no se ven monopatines voladores, zapatillas autoajustables ni DeLoreans que viajen por el tiempo (tranquilos, tenemos de margen hasta el 21 de octubre) aunque, por desgracia, sí que tenemos en nuestro día a día otras dos cosas que salen en Regreso al Futuro Parte II, y en abundancia: bares retro de los ochenta hasta aburrir y muchos, pero que muchos Martys McFly Jr. por el mundo. Sin embargo, una cosa que sí que es igual tanto en el 2015 de la peli como en el de nuestro presente y que siempre seguirá inamovible hasta el final de los tiempos es los buenos propósitos que con los que afrontamos la llegada de un nuevo año. Teniendo en cuenta que no fumo, que estoy delgado (pese al pedazo de roscón de Reyes que me voy a zampar esta noche), que ya sé inglés y que la Champions del Atleti no está en mi mano, a diferencia de otros años, y aún a riesgo de sonar como Paulo Coelho, creo que tan sólo voy a proponerme dos objetivos bastante generales pero bastante incontestables: SER FELIZ Y HACER FELIZ A LA GENTE QUE ME HACE FELIZ. Y es que puede sonar cursi pero, en el fondo, absolutamente todo lo que hacemos en esta vida se reduce a eso, ¿no creéis?

PD: Hablando de felicidad. Qué maravillosa tierra es Asturias, qué maravillosa es su gente y la más maravillosa de todas, mi chiqui. No se me ocurre mejor manera de empezar el año. Mmmuás.

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