Ayer a eso de las 21:00 horas yo era un hombre absolutamente hundido. El Atleti había desaprovechado una ocasión de oro para ganar matemáticamente la Liga, Willy Caballero nos había jodido con una parada imposible en la última jugada, tenía ya lista la documentación necesaria para nacionalizarme madrileño y mandar a Málaga a la mierda y veía la Liga perdida, por no contar que estaba con un pedazo de ataque de alergia que me tenía hecho mixto. Hoy, casi 24 horas después, la alergia sigue pero todo lo demás ha cambiado: he vuelto a ser poseído por el cholismo en su máxima esencia, aquel para cual todo es posible con esfuerzo y humildad, y ya veo las cosas de otra manera.
Atentos: vamos a llegar a la última jornada de la Liga como líderes y necesitando únicamente un empate ante un equipo descompuesto que, por mucho que lo hayamos resucitado entre todos, tiene la cabeza más puesta en la próxima temporada que en ésta que ahora termina y que, no lo olvidemos, en el presente curso ha sido incapaz de ganarnos en los 5 partidos que hemos disputado. Que sí, que el Camp Nou será una olla a presión y que Messi en cualquier momento puede despertar... pero si me dicen hace un año que íbamos a llegar a esta situación, lo firmo sin dudarlo. Ahora, a espabilar y a poner sobre la mesa talento, cojones y 14 autobuses uno detrás de otro si hacen falta: esta Liga no se nos puede escapar. Y no se nos va a escapar.
PD: El día que decido quedarme en Fuengirola el tiempo que sea necesario para dejar más o menos lista la reforma de mi piso me llaman no de una, ni de dos, sino de ¡¡¡tres!!! ofertas de trabajo en Madrid. ¿Es o no es para darse de cabezazos contra la pared?
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