miércoles, 18 de diciembre de 2013

Blésame mucho

Favores personales a conocidos de gentuza como José Barrionuevo, Pío García-Escudero o Esperanza Aguirre (la autoproclamada enemiga número 1 de las "mamandurrias"). Maniobras oscuras para evitar que Iberia se quedara en manos españolas y, a fin de cuentas, acabarla hundiendo. Consejeros de todos los colores que tenían tarjetas de crédito en 'negro' de hasta 50.000 euros. Presiones de los Aznar para que Caja Madrid comprase una colección de obras de un amiguete de la familia por 54 millones de euros. Un tren de vida lleno de derroches vergonzosos y lujo obsceno en medio de la crisis. Mediar para enchufar al propio Aznar como intermediario/comisionista de una empresa armamentística (cuyo principal cliente, al loro, es Venezuela) a la que ya había adjudicado previamente numerosos contratos cuando éste estaba en el Gobierno. Estafar a tus propios clientes hasta el punto de celebrar en privado el "éxito" de las preferentes de esta manera:



Por no hablar de todo lo que ya sabíamos antes, como la ruinosa compra del Banco de Florida o de los créditos a Díaz Ferrán. Y el juez que le metió en la cárcel, juzgado en estos momentos por prevaricación. Que alguien me explique cómo el impresentable, endiosado y derrochador de dinero público de Miguel Blesa, y por extensión José María Aznar y toda la élite de ladrones de guante blanco que han sido cómplices de esta macroestafa, no sólo no están ahora mismo pudriéndose en la cárcel tras la publicación de sus e-mails personales por parte de eldiario.es sino que no hayan sido expulsados a gorrazos del país. ¿Alguien duda que este tipejo no llegará a pisar nunca la cárcel? Hay demasiada gente en este país que de cara a la justicia tiene un trato... "preferente".


PD 1: Al César lo que es del César, y reconocer al hasta ahora semidesconocido Partido X como el autor de la filtración a la prensa de los correos de este delincuente. Ya tenemos nuestros propios Edward Snowden y Julian Assange. ¡Hola, Obama!

PD 2: Un año después, el otro día por fin vi El Hobbit: Un viaje inesperado y he de decir que lo de "inesperado", probablemente, estaba de más en el titulo. Efectivamente, hay que ser un poco inocente para ponerse a ver una peli sobre la Tierra Media y no esperar ver 3 horas de gente andando...

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