Dejemos las cosas claras: yo, Albret, y El Mierdiario en extensión somos republicanos declarados. Pero más por un sentido pragmático ante la insostenible situación actual de la monarquía española (Corinnas, Urdangarines, fondos en Suiza, opacidad, elefantes, Hermidas, etc.) y la poca o nula justificación per se de la existencia de un sistema monárquico en una democracia del siglo XXI (Juancar es, como dijo hace poco Nacho Escolar, como Rick Astley: lleva 30 años viviendo de un hit de los 80) que por nostalgia de un sistema que, si bien comenzó con la mejor de las intenciones, terminó de la más terrible de las maneras víctima de errores propios, de un sistema arcaico que promovía unas extremas desigualdades sociales y que se negaba a modernizarse y de, sobre todo, los fanatismos imperantes en la Europa de la época que emponzoñaron tanto un bando como el otro. Yo, Albret, declaro públicamente que deseo que algún día llegue la Tercera República, no que vuelva la Segunda.
Pero, sobre todo, sobre todo, sobre todo, si no me veréis a mí jamás salir con una bandera de la Segunda República a la calle es porque... COMBINAR EL ROJO Y EL AMARILLO CON EL MORADO ES UN PUTO ATENTADO CONTRA LA ESTÉTICA. O igual es que ya me he acostumbrado demasiado a la bandera rojigualda y no soy capaz de imaginarme a los jugadores de la selección llevando camisetas color morado Rizoso: el caso es que yo, Albret (por tercera vez), me niego a perpetuar semejante aberración por mucho que el color del pendón (jijiji) de Castilla se quede sin representación en la bandera (Aragón FTW). Porque república y estilo no tienen por qué ser conceptos incompatibles, y al igual que la Segunda República cambió de bandera respecto a la de la Primera, aquí os dejo diez banderas que podrían servir perfectamente para una hipotética Tercera República Española y que no hace que te entren ganas de irte de cacería con Juan Carlos sólo con mirarla... aunque sólo sea por los vendedores de banderas. ¿Es que ya nadie piensa en ellos?
01. ROJIGUALDA SIMPLE. Bonita, sencilla, con los colores de la actual y el escudo del de la Segunda República. Mirad, si es que tiene hasta el león de los Lannister y todo. Vamos, es que la miro y lloro.
02. TORO DE OSBORNE. ¿Hay algo más español que eso? A quien no le guste el emblema de la Segunda República puede optar por este modelo más pasional, más fungolístico, más melillita (¡Hola, Alf!). Además, sería un gran guiño a los derechones protaurinos para acercarles a la causa. Bertín Osborne se frota las manos.
03. ELEFANTE REPUBLICANO. Para los antitaurinos que no les guste que haya un toro en la bandera aquí tenemos otro modelo con el animal favorito de los republicanos: tanto los españoles como los americanos.
04. ROJIMORADA CON POLLO. Modelo extreme para intolerantes de un bando y de otro. Usar sólo como último recurso para tratar de conciliar a republicanos y nacionales si el toro y el elefante fallan. Y sí, estamos en el siglo XXI.
04. LO PUTO GUSILUZ. Otro símbolo conciliador de las dos Españas. ¿O es que acaso hay alguien en este país a quien le caiga mal Iniesta? Que no me entere yo que le reviento. Lo único malo de esta bandera es que bordarla a mano sería un absoluto suplicio. Por las texturas, y eso.
06. GERMANÓFILA. Si lo que os va es esto de la opresión y sois tan inocentes de pensar que por echar al rey váis a ser más libres, para representar la situación actual de España nada mejor que una bandera republicana al gusto de nuestra verdadera ama y señora para que así los mercados no se asusten demasiado. Sieg Heil, Angela. Los catetos españoles te saludan.
07. IBÉRICA. Si, por el contrario, estáis hasta la polla de la UE y sus políticas neoliberalicidas, siempre quedaría la opción de poner en marcha el viejo sueño de una unión ibérica entre Portugal y España (las diferencias de idioma son perfectamente salvables, de hecho mirad lo mucho que los gallegos quieren a los portugueses). Con Cristiano en las filas de La Roja fijo que, esta vez sí, ganábamos el Mundial. Ah, espera, si ya lo ganamos sin él, jijiji.
08. P.I.G.S. ¿Y por qué no ir un poco más allá y unir a los cuatro países más humillados de la UE, esto es, España, Portugal, Italia y Grecia? (las francesas también sois bienvenidas) ¿Por qué no crear una Unión Mediterránea, recuperar el dracma y mandar a la mierda de una vez por todas a la Troika? Probablemente la productividad de la UM sería cuasi nula y no habría dios que cobrase una factura pero, ¿y lo bonito que sería al principio?
09. PELOTAZO. Si nos da miedo cambiar demasiado el statu quo del país y en el fondo no podemos vivir sin los chorizos que nos han llevado al límite de, qué ironía, pedir a gritos una nueva forma de estado siempre podemos poner en nuestro emblema, simple y llanamente, los símbolos que mejor representan al españolito en su máximo esplendor. ¿Que por qué hay una corona en ese emblema? Ah, preguntadle al que la hizo, yo sólo he hecho un copipaste. Ejem.
10. UN JODIDO Y ASQUEROSO TRAPO. Seamos realistas, con tanto recorte y tanta miseria dentro de poco no tendremos dinero ni para comprarnos una bandera: mejor tirar de fondo de armario y que sea lo que dios quiera. Si es que, en el fondo, para qué sirve una bandera si no es para esparcir mierda.
PD 1: Maduro ha ganado las elecciones en Venezuela por apenas 234.935 votos después de que... ejem... el espíritu de Chávez se le apareciese en forma de pajarito y le predijese su victoria. ¿Chalado, decís? Seguramente, pero no mucho más que los que legislan "como dios manda" o se encomiendan a la virgen del Rocío para salir de la crisis.
PD 2: Qué me gustan esta canción y este vídeo, joder. O, Karen!
Mira, chaval, el trapo del polvo es sagrado. Cuanto pronto y sucedáceos han chupado los de mi casa.
ResponderEliminarYo elegiría una completamente de tela vaquera oscura.¿Por qué? Expongo las razones:
1- Rápida de fabricar.
2- No hay que echarle mucha imaginación.
3- Combina con todo y nunca pasa de moda.
4- Resistente.
5- Disimula bien las manchas. Para eso también puedes decirme una negra, pero se le nota el blanco cuando coge pelusa.
Por supuesto que es sagrado, por eso lo dejo para el final. Otras banderas que he tenido que dejar fuera del top ten incluían mi camiseta rota de Bart Simpson que regalaron con los dónuts en 1991 o la piel de Mariano Rajoy arrancada y cosida a tiras.
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