Madrid, 1 de enero de 2013.
0:20h. Salgo a la calle. He quedado en media hora en un sitio relativamente cercano. Llueve.
0:22h. Llego al metro. Hay huelga. En plena nochevieja. Tengo que esperar 15 minutos al tren y aún me queda otro transbordo. Voy bien de tiempo aún así.
0:45h. Llego a la estación del transbordo. Me pego una carrera y al llegar al andén, el tren se me escapa en mis narices. Por 10 segundos. Seguidamente, suena una voz en megafonía. Por cuestiones ajenas a Metro de Madrid, cada tren pasará cada 40 minutos como mínimo. 40 minutos. Por 10 segundos.
1:05h. Tras esperar en vano varios minutos en el andén a que volviese a sonar la voz del megáfono y confirmase o no lo que antes había escuchado y no me podía creer, decido coger un taxi.
1:10h. Voy a un cajero de dentro de la estación a sacar dinero. Me cobran 3,5 € de comisión por sacar 20. Decido mandar a la mierda a Emilio Botín y no sacar nada.
1:12h. Me pego el paseo hacia la parada de taxis. Hay 3 taxis. Los dos primeros me los quitan en mis narices al igual que me había pasado antes con el metro. Le pregunto al taxista del tercero si acepta tarjeta. Me dice que no, que los dos taxis que se acababan de marchar sí que tenían lector de tarjeta. Haciendo sangre. Decido buscar por la calle otro cajero automático donde no me cobren comisión. A 0º. Sin bufanda.
1:13h. Encuentro un cajero en el que anteriormente ya había sacado dinero sin que me cobrasen comisiones. Hago la gestión. Al final, me aparece un mensaje. 3,5 €. Al parecer, mi antiguo cajero me ha traicionado. Decido no sacar nada y me planto en la parada de taxis esperando algún taxi con lector de tarjetas. No viene ninguno, ni con ni sin. Ninguno. A 0º. Decido volver al metro.
1:14h. Cruzo la calle y veo a lo lejos que aparece un taxi. Doy media vuelta en pleno paso de cebras y aparece de la nada un grupo de chavales borrachos que se lanzan dentro como si no hubiera mañana. He abandonado mi puesto durante 5 segundos y he perdido el único taxi de Madrid. Vuelvo al metro. 0º. Cabreo rising.
1:20h. Recorro la estación y llego al andén. 30 minutos despues, vuelvo a escuchar al señor de la megafonía anunciar lo de los 40 minutos. El marcador no anuncia cuánto falta para el siguiente tren. Pregunto a una perroflauta, bastante mona pero perroflauta, que si sabía si había pasado ya el metro de antes, el que decidí no esperar. No sabe nada. Nadie sabe nada. Decido comerme mi orgullo y sacar dinero en el cajero. No quiero arriesgarme a que pase un taxi y que no lo pueda pagar en metálico. Me bajo los pantalones y recibo una metafórica enculada de Emilio Botín. Me cago en el metro de Madrid.
1:25h. Llego a la parada de taxis. No soy el primero de la cola. Espero. Espero. Espero. No hay taxis. Ni uno solo. Y si llega no será para mi. Hablo por teléfono con la persona que he quedado y me dice que andando llego en 15 minutos. A 0º. Decido ir andando. Sin saber a dónde. A 0º. Me cago en los taxis de Madrid.
1:47h. Estoy oficialmente perdido. Tengo mucho frío como para sacar mi móvil con gps y acabo de pasar al lado de un señor con muy mala pinta. Ahora sí que pasan taxis pero no me sale de los cojones coger ninguno. He gastado 3,5 € en nada. 0º. Tengo el pelo chorreando de la humedad. Cabreo máximo.
1:50h. Por fin llego al punto de encuentro. Me refugio en una parada de autobús. En mis manos llevo una botella de whisky y me planteo bebérmela en plena calle para calentarme. Si no fuera porque es un Jack Daniels, sería el perfecto homeless. Anda, 2º.
2:07: Llega el coche que me recoge. No me siento la garganta. Soy la persona con menos ganas de fiesta del mundo.
Dedicado a todos los que echábais de menos mis historias miserables. Muchos decís que soy una persona a la que le encanta quejarse de chorradas, y probablemente tengáis razón, pero a veces pareciera que el universo entero conspirara contra uno simplemente para tocarle los huevos un rato. 10 segundos. Putos mayas. Puto abismo fiscal. Puto Richi.
PD 1: hoy he descubierto que he perdido la misma tarjeta de débito que usé para hacer 3,5 € más rico a Emilio Botín. Oh, el karma.
PD 2: el guiño al Joker va por la emisión anoche en Antena 3 de esa obra maestra que es El caballero oscuro. Qué puedo decir sobre ella que no se haya dicho ya.
PD 3: absolutamente maravillosa la entrevista de Jim Ross a Bret Hart y Shawn Michaels en el dvd que repasa la historia de una rivalidad tanto profesional como personal. Ver a dos enemigos acérrimos que consiguen enterrar el hacha de guerra y resucitar una amistad que parecía imposible de recuperar es una forma bastante esperanzadora de comenzar el año, ¿no creéis? Olvidad todo lo que he dicho antes del metro.
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Donde esté vivir en un pueblo pequeño para que no te pasen estas cosas... xD Lo siento, menuda forma de empezar el año. Yo me hubiese cagao en to'. Bueno, y esperado el metro.
ResponderEliminarYo hubiera pagado la comisión a la primera. Tres con cincuenta es un robo, pero mi tiempo es más importante y acabaré gastándome esa pasta en alguna otra chorrada que después ni recordaré. Botín, te puedes quedar con la puta comisión, que te atragantes.
ResponderEliminarFeliz año y mucha más suerte en el resto de tiempo.
Me encantan los post que van marcando el paso del tiempo. Admirada estoy de las pocas palabrotas trascritas a lo largo del post. Piensa que en otro lugar de Madrid había otro chaval al que todo le estaba saliendo redondo y el karma tuvo que compensar, hiciste feliz a otra persona.
ResponderEliminarOh, sí, matarte...
ResponderEliminarW.