Cuatro pensamientos en voz alta sobre la polémica de Alberto Ruiz-Gallardón, los fetos con malformaciones y el derecho a la vida y al aborto en general:
01) Estoy a favor del aborto pero no del libre aborto sin ninguna restricción. Éste es un tema muy espinoso que hay que analizar friamente al margen de ideologías políticas o dogmas morales. Actualmente la legislacion española, en consonancia con la europea, establece en las 12 primeras semanas el tiempo permitido para poder abortar sin tener que alegar justificaciones. Sin embargo, los antiabortistas defienden que a esas alturas el feto ya es un ser vivo y que, por tanto, abortar sería un asesinato. Asunto peliagudo éste, como ya digo: ¿en qué momento el feto deja de ser una inerte masa celular no diferente a un bulto de grasa para convertirse en una persona más o menos desarrollada con cerebro, corazón y toda una vida por delante? ¿Quién decide dónde situar la línea a cruzar? ¿En qué momento nace la vida? Hay que tener cuidao con esto porque, si no, podríamos llevarnos alguna que otra desagradable sorpresa.
02) Grandísima hipocresia la de todos aquellos que dicen ser defensores del derecho a la vida y que luego abandonan a su suerte tanto a hijos como a madres (a las que niegan todo derecho a decidir sobre su propio cuerpo) retirándoles las ayudas económicas de la ley de dependencia. Venid al mundo, venid... eso sí, una vez aquí ya os pueden ir dando por culo en nombre del neoliberalismo. Y para muestra de esta pancartería barata un botón: a la izquierda, la portada de hoy de La Razón, y a la derecha, la portada que deberían haber sacado si hubiesen sido un poquito consecuentes con su doctrina. ¿Niños deformes? Sí... pero lejos, que nos espantáis la audiencia. Fú, fú.
03) Si lo que pretendía Gallardón era salvarle el culo a su jefe lanzando este mensaje como una cortina de humo para que no se hablase de la crisis, la ha cagado miserablemente ya que hoy la prima de riesgo, para variar, ha vuelto a subir (640 puntos básicos, qué exageración) por lo que ya apenas nadie habla en la calle de esto (¡sabía que tenía que haber escrito este post ayer!) y su imagen pública, pese a haber durado esta polémica menos de 24 horas, se ha deteriorado notablemente. Si hubiese estao un poco listo y hubiese querido no sólamente retroceder 30 años en legislación contra el aborto sino, directamente, erradicarlo y que nadie se diese ni cuenta, lo que mi tocayo tendría que haber hecho era algo muy sencillo y que es lo que, de hecho, mejor se le da: ¡llenar España de obras! A ver qué embarazada con ganas de abortar hubiera tenido cojones de meterse entre un laberinto de barricadas, ladrillos, suelos levantados y poetas de andamio para ir a su clínica favorita.
04) Hace un rato me he ido a hacer una pizza 4 quesos... y del horno ha salido este horrible ser que podéis ver en la foto. Pensáis que lo he tirado a la basura debido a su grotesco aspecto, ¿verdad? ¡Pues no! Me lo he comido y bien bueno que estaba. El Mierdiario apoyando las pizzas de aspecto radicalmente diferente al que tenían en la caja: porque ellas también pueden estar deliciosas.
PD: brutal El caballero oscuro: la leyenda renace, aunque para mi gusto es la menos buena, que no la peor, de la trilogía de Nolan. En breve la crítica... si es que la prima de riesgo me lo permite.
Sin duda en este tema es en uno de los que más hipocresía ronda. Hay cosas que no cambian, y todos estos "provida" (ya de por sí, el nombre me parece mal), el día que tengan una hija adolescente preñada, ya se darán prisa en mandarla fuera a "resolver" el problema. Por lo visto el aborto, fuera de nuestras fronteras, no es tan malo para esta gente.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Fuera ley de dependencia, dentro nuevos niños con discapacidad.Asquito y locura a partes iguales.
Nunca entenderé lo de los neoliberales coartando libertades fundamentales...
ResponderEliminarLo próximo será quitar el supuesto de los problemas psicológicos para poder abortar.Muy mal asunto.
W.