martes, 21 de diciembre de 2010
Chanquete contra los muertos
Como ya adelanté en el post anterior, este finde me vi del tirón prácticamente toda la primera temporada de The Walking Dead (desde que vi el primer capítulo allá por Halloween no le había vuelto a meter mano) y la sensación que me ha dejado ha sido muy agradable, con bastantes ganas de más, aunque con una pequeña decepción por su anticlimática season finale. Y es que si por algo se diferencia la aMC del resto de las cadenas (o, al menos, hasta donde he leido) es por la calidad, originalidad y seriedad de sus, valga la rebuznancia, series, y todos esos elementos los hemos visto en TWD... aunque quizás en demasía.
Porque, y atención que voy a soltar una cantidad de spoilers del copón, al final de la temporada todos esperábamos ver de vuelta al padre y el hijo negros de la premiere o al psicópata redneck Merle o, sencillamente, algún giro inesperado de guión o sorpresa mayúscula que te dejara con el zurullo colgando a la espera de que volviese la serie el año que viene. Nada de eso pasó: todo muy sobrio, muy racional, muy calmado. Todo el planeta está echado a perder y sólo quedan vivos los protagonistas, sí... ¡me lo dices o me lo cuentas! ¿Se supone que esa revelación era el gran cliffhanger del final de temporada? ¿O la bomba de la que todos sabíamos que iban a escapar? Lo dicho, si bien ni mucho menos es un mal episodio no está a la altura de lo que se espera de una season finale en condiciones. O igual es que LOST había dejado el listón demasiado alto.
Sin embargo, quiero que quede muy claro que, pese a este pequeño detalle, la primera temporada me ha parecido excelente. Muy buenos actores (incluso el ayudante de sheriff, que tardó 6 episodios y una botella de vino en demostrar que no era otro zombie más), reparto coral que, salvo algún personaje hostiable (véase la rubia), da mucho juego (¡Sale Chanquete! Aunque, eso sí, en el bando de los vivos), mucho drama bien manejado (me dio penilla la muerte de Amy, pa qué lo voy a negar), la dosis justa de acción para mantenerte en tensión sin cansarte, momentos impactantes (cuando descubren la mano cortada de Merle es, con diferencia, mi momento favorito de toda la temporada), todo el realismo y la seriedad que se le puede pedir a una ficción sobre un holocausto zombie y la dosis justa de estereotipos zombies para recordarte que, al fin y al cabo y pese a que se centra en las relaciones entre los supervivientes, estás viendo una serie sobre eso, zombies.
En resumidas cuentas y pese a alguna que otra laguna, The Walking Dead es una serie muy, muy recomendable. A ver si en la segunda temporada sacan a los Marvel Zombies, que eso sí que sería todo un shocker.
PD 1: ¿os acordáis que os dije no hace mucho que me había vuelto a salir curro de teleoperador? Pues ayer se acabó lo que se daba. No es que haya sido ninguna tragedia, pero tan sólo diré referente a esto, y haciendo alusión a la guerra entre Mourinho y Valdano (ya os explicaré algún día por qué digo ésto), que:
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Dices que te gusta para contradecirme y crear polémica, a ver si me robas lectores... ¿verdad? :P
ResponderEliminarEs una puta serie sobre zombies, ¿cómo no me va a gustar? :P
ResponderEliminarEn serio, ¿no te ha molao? No lo sabía.
Eso es porque ya no lees mi blog :(
ResponderEliminarTe mataré ALBRET.
ResponderEliminarY a ti también, Rizos, por hablar con él. Quizá os obligue a mataros entre vosotros.
W.