El Mierdiario de Ansel

Todo el que me conoce sabe que mi lugar no está en las pistas de baile. Sí en la barra -o detrás junto a Albret en la chupitería-. Pero me apunto a un bombardeo y no tengo ni vergüenza ni miedo al ridículo. Porque ridículo... mucho. Os confieso que hay un paso que grabaron desde 13 tiros de cámara distintos. En ninguno de ellos lo hago bien. El editor tuvo que meter una imagen de transición del DJ de la discoteca. En fin, lamentable. Por no decir nada de mi atuendo con el que parezco un maqui rapero chulo de playa. Eso sí, concluyo este espacio que me ha brindado gentilmente el dueño y señor de este fantástico blog desmontando un tópico: ¡No se baila como se folla!!!! jajajajajajaj

Kanouté, compañero de piso de Albret y protagonista, por fin, de un post narrado en primera persona. Albret no se hace responsable de los posibles daños cerebrales permanentes que el visionado de este vídeo pueda causar en la audiencia. Quedáis avisados.

PD: al final el Inter no fue un autobús, sino un tráiler. Que pasaron por encima del barça, vaya.