Y escribo esto porque no es la primera vez que veo a un especimen de éstos (los Rataflautas, digo) pululando por el metro ante las miradas de asombro intransigentes, retrógradas y fascistas del resto de la gente. No les bastaba a estos trapecistas frustrados con ducharse una vez al mes y con su moda Derelict tan ofensiva a los mínimos estándares de elegancia, no. Tenían que ir más allá y cambiar de mascota a su pobre perro (a los piojos no los tengo en cuenta) por algo más extremo, antihigiénico y repulsivo aún. Porque si la sociedad ya había acuñado para ellos el término "perroflauta" eso significaba que se habían convertido en parte del sistema, y para recuperar su esencia era imprescindible una vuelta a los orígenes. Involucionar, esto es.
No nos engañemos: Mickey Mouse, Rèmy el de Ratatouille, el Maestro Astilla y Super Ratón son sólo dibujos animados, una rata de verdad te pega un bocao en el brazo y éste se te cae a cachos a los tres días. Claro está que a esta subespecie (los Rataflautas, digo) esto no les importa ya que llevan en la piel tres pulgadas de mierda que les hacen inmunes a todo tipo de virus y bacterias, pero hay una cosa que da que pensar: si han cambiado de animal de compañía siguiendo el razonamiento anteriormente expuesto... ¿cuál será su próxima mascota cuando se acuñe el término Rataflauta en la RAE y necesiten volver a huir del sistema? ¿Irán por la calle acompañados de cucarachas? ¿De cocodrilos? ¿De zarigüeyas? ¿De larvas de mosca tsé-tsé? Esta escalada antihigiénica sería tanto o más peligrosa que la armamentística o la del precio de la gasolina. Este blog ya ha dado la voz de alarma, ahora les toca a los políticos.
¡Mirad, un sucio y asqueroso francés!
Jajajaja... Hacía tiempo que no te leía, y has vuelto a encantarme. Eres genial. No he visto aún a ningún "Rataflauta", pero si lo hago, le daré la dirección de este blog...
ResponderEliminar¡No, por dios!
ResponderEliminarPD: ¡Gracias!
OS MATARÉ A TODOS.
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