jueves, 1 de noviembre de 2007

La noche de los muertos vivientes

Llevaba yo tiempo tratando de convencer a mis compis para que saliéramos todos en Halloween disfrazados, y cada vez que sacaba el tema se descojonaban de mi menda. Pues bien, mis colegas comenzaron la noche de ayer disfrazados de fantasmas (compitiendo a chupitos de tabasco con unos ecuatorianos), la continuaron haciendo de zombies (arrastrándose por la calle, literalmente, y por la vida, metafóricamente) y la terminaron como la niña del exorcista (no hace falta explicación aquí). Y yo como un gilipollas con un polo negro y una chaqueta vaquera. Verdaderamente anoche fue Halloween, eh.


Por vuestra culpa renuncié a una noche de sexo seguro, cabrones

3 comentarios:

  1. Cada vez que veo las pruebas de la bestial noche, me descojono... y siento vergüenza. Gracias, Albret. Has demostrado que los amigos están a las buenas... y cuando hay que arrastrarlos escaleras abajo o entrarlos en la casa con ayuda del felpudo de la puerta.

    Grande Halloween!!!

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