¡Plagio en el metro!

"Aguirre y Gallardón,
Madagashcar,
thodos a viajar,
tralará tralará"

Un señor cantando en el metro de Madrid, hace unos días

Ah, qué entrañables seres se encuentra uno en el metro a diario. Esos que no se llega a saber bien si están zumbados, van bajo los efectos de alguna(s) droga(s) o un poco de ambas cosas. En todo caso, bohemios sin vergüenza que entretienen tanto como molestan y a los cuales no les echo dinero porque me dan asco. Sin embargo, he de decir que la canción que improvisó ese friki el otro día, pese a que a simple vista puede parecer un hit del verano en potencia, ES UN FLAGRANTE PLAGIO. Sí, señor freak: usted le ha plagiado una canción a mi amigo Murfi, quien en una moraga en agosto de 2003 creó, junto al Wink, un tema que pasaría a la posteridad y que fue el catalizador del "juego de las parejas" que tan popular hicimos Ernesto y yo en años posteriores. La canción es la siguiente:

"Ronaldo y Zidane
se fueron a pescar
y Ronaaaaldo le diiijo
no.. (pausa) pesques... (pausa) más"

Murfi, agosto de 2003

Como pueden ver, las similitudes son evidentes. Ahora bien, el cómo ha llegado ese friki (el del metro, digo) a plagiarle la letra a mi colega es algo que aún no alcanzo a comprender. Quizás esa noche el sr. freak-o-meter estuvo por La Cala dando un paseo, oyó al Murfi, se apuntó la letra en una libretita y esperó cuatro años para crear su hit, pensando que ya todo el mundo habría olvidado la canción original. Quizás es un científico que, tras no conseguir vender a gran escala su gran invento, el escuchador a distancia (lo cual explicaría que escuchase la canción de Murfi desde Madrid), se arruinó y se metió en las drogas, y ahora trata de pagar sus deudas cantando canciones en el metro. O simplemente es un mutante que lee mentes y consiguió sacar esa letra de mi subconsciente más profundo. El caso es que este plagio es uno más de los cienes y cienes de misterios que uno se encuentra en el metro a diario, entre ellos la capacidad de uno de volverse invisible cuando un ejército de seres grasos y obcecados intenta pasar a través de mi persona en la puerta, el hecho de que el 99% de la gente que me encuentro en los vagones sean originarios de Guayaquil, el haberme encontrado con el decano de mi facultad de Málaga o el que la gente sea capaz de leerse libros sin ser desconcentrada por el traqueteo y los continuos frenazos del trayecto. Madrid, Bohemian City.

No consigo ver la relación entre Aguirre, Gallardón y Madagascar, sinceramente