Los matrimonios prorrogables, por Inés Trillas

O sea, buenas. He de reconocer que yo, como licenciada cum laude en periodismo por la Universidad de Salamanca, no me esperaba tener que recurrir a este blog de mierda para poder hacer prácticas, pero el mercado de trabajo está así. Bueno, no está así porque sí, está así porque así lo ha dejado Zetapé, ese rojo de mierda rompeespañas, amigo de los maricones y de los terroristas. Pero supertotal, de eso hablaré en otro momento, que ahora Albret me ha encargado que escriba algo sobre la propuesta que han hecho en Alemania de convertir los matrimonios en contratos prorrogables de siete en siete años.

Éstos son los paises de los que quiere hacerse amigo Zapatero. Países que no respetan las tradiciones más arraigadas y las raíces cristianas de Europa. Ya no les basta, o sea, con casar hombres con hombres o mujeres con mujeres (¿qué será lo siguiente, hombres con ovejas?) sino que encima quieren hundir aún más la institución del matrimonio convirtiéndola en un simple contrato mercantil prorrogable al uso del consumidor. ¿Qué hay del compromiso, ya no existen valores? La mujer que ha propuesto eso, aparte de ser una amargada frígida buscaportadas, lo que debería hacer es buscarse un buen marido que la apartara de la vida pública y así impidiera que la oyeran decir tonterías. Eso, que alguien le calle la boca no vaya a ser que nuestro querido presidentillo la escuche y le dé por seguir su ejemplo. Cosa que no es de extrañar en un presidente que prefiere ayudar a los que matan antes que a los que verdaderamente se preocupan por España. Más mano dura es lo que habría que poner, que esto es una casaputas donde todo el mundo hace lo que le da la gana. Y que alguien me explique lo que verdaderamente pasó en el 11-M, por favor.