domingo, 15 de julio de 2007

# 1 Crush

Os voy a proponer un ejercicio de pensamiento, que seguro que no os cuesta demasiado: suponed que tenéis una ex-novia, o al menos un primer amor que os ha acompañado en vuestro corazón en una gran parte de vuestra vida. Pese a que al principio estábais muy ilusionados con ella, el paso del tiempo vino a demostrar que no todo era como os lo habíais imaginado al conocerla: todo el esfuerzo y los sacrificios que uno realizaba por mantener esa relación a flote resultaban baldíos viendo la desidia de vuestra pareja y lo injustamente que ésta os trataba. Nada que uno hiciera era suficiente para tenerla contenta, y comenzó a surgir la frustración. Fruestración que, acumulada, llevó a lo inevitable: la ruptura de la pareja.

"Así son ellas", me decían, intentando que me resignara a que, al menos, yo había hecho lo que había podido por cumplir mi sueño. Por tanto, ella y yo emprendimos caminos diferentes, pero yo soy muy cabezota y me negaba a renunciar a mi sueño. Pasó mucho tiempo en el cual yo andaba perdido, sin ilusión, sin perspectivas... su recuerdo era demasiado fuerte, tanto que hizo que olvidara todos sus defectos y comenzara a idealizarla y a querer volver con ella. Y encima todos mis amigos tenían pareja: con más o menos estabilidad y quejándose continuamente pero con pareja. Hasta que un amigo mío me presentó a otra chica, y surgió un nuevo amor. Tan fuerte que logró lo que la anterior no había podido: que me gastara una pasta, me mudara de ciudad y comenzara una nueva vida por ella. Esto hizo que volviera a ilusionarme, a tener una perspectiva prometedora, a sentir que podía valer para hacer feliz a alguien.

Pero ella volvió. Nunca se llegó a ir, de hecho, y pese a nuestras continuos desencuentros habíamos mantenido una buena relación desde nuestra ruptura. Como decía, ella volvió y recientemente hemos coqueteado bastante, coincidiendo con un pequeño bache en mi relación actual: mandándonos flores, habiendo quedado en multitud de ocasiones (ayer por la tarde, mismamente) e incluso haciendo planes para vernos de nuevo, la próxima vez quizás en Fuengirola. La veo muy cambiada, no radicalmente pero sí que ahora está mucho más centrada y más bella si cabe que antes, lo que ha hecho que yo en cierto modo me vuelva a ilusionar con ella. Al fin y al cabo, el primer amor nunca se olvida.

El problema es qué hacer con mi actual relación. Es una chica estupenda, he invertido mucho esfuerzo en nuestra relación y quiero estar con ella, pero... no es mi primer amor, lo cual me lleva a una gran disyuntiva: ¿qué hacer, volver con mi primera novia aún arriesgándose a que la cosa vuelva a no salir bien, o seguir con mi actual pareja pese a que, en cierto modo, nunca llegué a olvidar a la primera? Probablemente la opción más inteligente sea la segunda, pero el cerebro no puede mandar sobre el corazón, o al menos no siempre debe hacerlo. Es una decisión que sólo depende de mí, así que no os pido vuestro consejo, sólo quería desahogarme.

















Por cierto, mi primer amor se llama Periodismo y mi actual amor se llama Diseño Gráfico. ¿O qué pensábais?

Escuchando: # 1 Crush (Garbage)

3 comentarios:

  1. Hombre, yo ya estaba hecha un lío pensando qué tía te hizo mudarte de ciudad y cabreada porque no me lo hubieras contado nunca xDDD Puesss... mi consejo, Al, es que cuando tengas una oportunidad buena de curro y el corazón te diga que adelante, no te lo pienses más. Sea de diseño gráfico, de periodista o de barrendero... Porcier, tenemos que hablar de negocios tú y yo. Besotesss

    ResponderEliminar
  2. Albrett, ¿esa reflexión tuya se deriva de lo que yo creo que se deriva? Si es así, me alegro mucho de haber tenido algo que ver. ;-P
    Si no, te diré que afortunadamente, querer a 'esas dos' es un chollo porque es absolutamente y necesariamente compatible...

    ResponderEliminar
  3. Bea: ¿Negocios? Hums, me intrigas.

    Paco: sí, en gran parte es por la oferta que me pasaste aunque han ocurrido algunas otras cosas (el examen de RTVE, por ejemplo). No es tanto por las posibilidades de que me llamen para currar ahí o que realmente me interesela oferta, sino por el mero hecho de dar el paso para enviar mi CV y "volver" al periodismo cuando ya lo había descartado.

    ResponderEliminar