No puedo evitarlo: siento morriña. Y es que ahora a las agencias de publicidad les ha dado por escogernos como target a la gente de veintipico a treinta años, y qué mejor para captar nuestra atención que apelar a nuestra niñez haciendo un revival de los ochenta. Los anuncios de Coca-Cola (que realmente es un mojón, pero trae buenos recuerdos) y, sobre todo, el pedazo de anuncio de Renault (que yo mismo hubiera firmado, con esas rocas copulando) hacen que, aunque uno no quiera, sienta nostalgia de su infancia. Sobre todo viendo cómo los amigos de uno se van casando, se deprimen por estar más cerca de los 30 que de los 20 o sus temas de conversación (y nicks del Messenger) pasan a ser la declaración de la renta, que menganito se ha casado o que fulanito se va a comprar un piso con su pareja.
Y eso que mi infancia durante los años ochenta tampoco fue gran cosa, objetivamente: apenas tenía dos o tres amigos, estaba gordito, ya empezaba a conocer lo frustrante que puede ser no hacerle el amor a la mujer que te gusta (en mi caso fueron Sabrina y Samantha Fox, iconos sexuales de mi generación), y era objeto de desprecio en el cole al ser uno de los empollones de mi clase. Pero en mi microverso era feliz con David el Gnomo, el 123 de Mayra y el Dúo Sacapuntas, Dragones y Mazmorras, el Coche Fantástico y las canciones de Iron Maiden (sí, ya por aquel entonces me gustaban). Quizás es triste que uno recuerde más de su infancia las cosas vistas en la tele que las vividas personalmente, pero son retazos que se le quedan a uno grabados en la memoria. Y si pasamos buenos momentos por aquel entonces gracias a todo eso, ¿por qué no recordarlas con cariño? Pues igual que dentro de veinte años recordaré a Nine Inch Nails (aunque espero que sigan haciendo giras en plan Rolling Stones), a LOST o a Jaime Cantizano. A vosotros, familia y amigos, no tendré que recordaros puesto que vais a seguir a mi lado, y viceversa. Os quiero, copón. (L)
Y para los nostálgicos como yo, os dejo el vídeo de la canción que tunean en el anuncio de Renault, "Neverending story" de Limahl (vaya pelos, puros ochenta). Es curioso: esta peli creo que nunca la he llegado a ver, pero su canción me provoca una nostalgia que lo flipas. Si no sentís morriña con este tema es que no habéis tenido infancia, así que no os hagáis los duros y reconoced que os gusta. Yo admito sin pudor que sigo queriendo mucho a Petete, por ejemplo.
PD1: Atreyu es clavadito a Rafa Nadal.
PD2: Limahl es clavadito a Guti.
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Jooo.... esta es una de mis pelis favoritas, hoy me tocaste la fibra sensible :_)
ResponderEliminarAyyyy esos ochenta,calla calla....snif.
ResponderEliminarCuando dejaran de hacernos cosquilleos en el estomago la cancion de la bola de cristal,los goles del 5-1 a Dinamarca de Mexico-86,Dartacan,Regreso al Futuro,los Madrid-Zibona de basquet,cheers,Falcon Crest,los plumiferos,los walkman,el cubo de rubik,bla bla bla...
jo, vaya pandilla de los ochenta, eh?? Que buena cosecha...
ResponderEliminarA mi esa peli me gustó mucho. Hace poco me la regaló mi novio y al volverla a ver, me resultó menos buena que antes, pero claro, después de todos lo efectos especiales que vemos hpy en día, como que se queda anticuada. Pero es muy bonita.
Y a mi no se me parecen atreyu y Nadal, pero bueno.
Besos Al.
La mejor etapa de nuestras vidas, aquellos maravillosos 80.
ResponderEliminarEsas tardes con el bocata de nocilla, el balón de reglamento, jugando al rescate, a médicos y enfermera, las chapas, las canicas, los JHayber, el Naranjito, Erase un vez el hombre, Mazinger Z, etc.
Tanto recuerdos vienen a mi mente. Me hacen volver a mi infancia y mi adolescencia.