Debajo del maaar (8)

"Está usted entrando en territorio boquerón, y además de verdad"

Esta noche tenía bastantes ganas de ver el reportaje ése de Antena 3 sobre el cambio climático, pero entre una cosa y otra (partidas al Pro contra el Pik, básicamente) al final no lo he podido ver. Sin embargo, hay un dato que he cazado al vuelo y que me ha dejado acojonado: en 2050 el nivel del mar aumentará 15 metros. No estamos hablando de cualquier tontería: con esa subida tan brutal de las aguas se joderían multitud de ciudades costeras, entre ellas mi Fuengirola querida (ciudad, nación, aldea, qué más da). Podría hacer un post graciosete haciendo comparaciones entre Málaga y la Atlántida, hablando de cómo el Unicaja puede pasar a ser un equipo de waterpolo o mencionando cómo en la Malagueta podrían hacerse corridas de tiburones (oye, yo pagaría dinero por ver eso).

Pero me temo que la cosa es mucho más seria. Como los que mandan en este mundo tan echado a perder no hagan algo pronto (sí, a tí te hablo, George), el agua puede tragarse todo el litoral español, con todo lo que eso conlleva tanto económica como humanamente. Joder, yo sin ir más lejos tengo un piso a nivel del mar que me estoy oliendo que voy a tener que malvender mientras haya playa delante antes de que los precios empiecen a caer por los suelos. Pero, asuntos económicos aparte, ¿qué sería de Málaga sin sus playas y sin sus atardeceres sintiendo en el rostro la brisa del paseo marítimo? Me niego a creer que todo eso pueda llegar a desaparecer dentro de medio siglo. Por tanto voy a optar por la vía humorística y por mirar para otro lado, que no me corresponde a mí detener el calentamiento global (al menos no a gran escala) y preocuparse por lo que pueda pasarle a nuestra ciudad dentro de cincuenta años sólo va a conseguir que nos deprimamos y no aprovechemos el presente. ¿Cuánto puede valer la cláusula de Namor? Al Málaga le vendría muy bien un cabeceador como él.