jueves, 1 de marzo de 2007

Libertad sin ira

Hace un rato he tenido una discusión más o menos acalorada con Ernesto por motivo de la que se lió en el Betis-Sevilla de anoche. Tras mil y una declaraciones incendiarias esta semana de los dirigentes de uno y otro equipo, Del Nido ha afirmado hoy que "él no tiene la culpa de lo que ha pasado". Que es una víctima, vaya. Se lo he comentado a Ernesto, le he dicho lo muy de acuerdo que estaría con que le castigaran y él me ha soltado que no estaba de acuerdo, lo que nos ha llevado a una larguísima disputa sobre la libertad de expresión y hasta qué punto el Estado debe castigar o no opiniones más o menos incendiarias. También hemos hablado de NIN, flipante. Resumiendo:
  • Él opina que la libertad de expresión no debe ser recortada bajo ningún concepto, que una opinión (por muy vomitiva que sea) no puede ser constitutiva de delito y que la influencia real sobre la gente de una declaración pública es algo que no se puede medir como para así castigarlo en consecuencia. Los estados no deben meterse en estos asuntos porque es un terreno pantanoso, los delitos se combaten con la ley y las palabras se combaten con las palabras.
  • Yo opino que ciertas manifestaciones públicas de líderes de opinión que inciten a la violencia, al odio o a cometer cualquier tipo de delito deberían ser castigadas, porque la libertad de expresión en la teoría es muy bonita pero en la vida real todo es muy diferente. Un gran poder exige una gran responsabilidad (Peter Parker dixit), y los personajes con gran influencia social son perfectamente conscientes de las posibles repercusiones que pueden tener sus palabras. Hay ciertos valores universales que están por encima de la libertad absoluta de expresión.

¿Con quién estáis de acuerdo? Aviso que como no me guste vuestra respuesta, os censuraré. Vive la liberté d´expresioné.

4 comentarios:

  1. Pues yo opino que no se debe de opinar en contra de las opiniones de los que opinan porque cada uno tiene su opinión. xD

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  2. Estoy de acuerdo contigo. Yo pienso que una cosa es la libertad de expresión y otra es el libertinaje. La libertad termina donde empieza la de los demás.

    De todos modos, no sólo tienen que castigar a Del Nido porque el presidente del Betis, Pepe León, y el máximo accionista de la entidad verdiblanca, Lopera, han hecho lo mismo. Hay palabras que son peores que una bofetada y por lo tanto dignas de castigo. Ahora bien, esto no significa que al cafre que arrojó la botella se le quite culpa.

    En definitiva, tanta culpa tiene el pistolero como el que incita a disparar. Por ejemplo, esta polémica no existiría si Del Nido y los demás directivos de los dos equipos no hubieran caldeado el ambiente. Tal vez ese indeseable repitiera el acto de lanzar la botella, pero no se le podría pedir responsabilidades a los 'calentadores'.

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  3. Yo opino como Ernesto, estoy muy de acuerdo con todas sus opiniones.

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