Bien. Llego a mi habitación, voy a abrir la puerta y... no se abre. Pienso "hum, es una puerta ya vieja, tendré que forzar un poco el pomo". Lo fuerzo, y sigue sin abrirse. Lo vuelvo a forzar, y sigue sin abrirse. En ese momento ya me importaron tres cojones las personas que había durmiendo y empecé a golpear la puerta a base de hombrazos. Seguía sin abrirse. Mi frustración fue en aumento, a tal punto de que llegué a pensar que el Wink había urdido un siniestro plan para cerrar el pestillo y dejarme fuera para acostarse en mi cama, probarse mi ropa y comerse mi comida (lo cual es difícil ya que en mi cuarto no hay comida). Tras ese breve momento de debilidad, deducí que a la puerta le pasaba "algo raro" (sí, yo solito lo deducí) y tuve que irme al salón a dormir en el sofá, cual marido castigado por haber llegado a su casa con olor a colonia de mujer. El caso es que ahí tuve que acostarme, en el salón al lado de un Kanouté de capa caída, mientras pensaba en lo irónico que era que el Winky durmiera en el suelo y yo en un sofá habiendo una cama libre.
Bien. Esta mañana me despierto y a mi lado me encuentro al Wink. El combo de sueño y resaca no eran superiores a mi intriga por saber qué carajos había pasado con esa puerta, así que como pude le pregunté "qUuuéEE a PAsaduo Cn lap UERtaaah, GÜINk?". Su respuesta me dejó atónito: no sólo él no había echado el pestillo, sino que también se quedó encerrado dentro, cual episodio de "Alfred Hitchcock presenta". Por lo visto incluso llamó desesperado a mi móvil para que le abriera la puerta, pero yo en ese momento estaba con el moco fuera.
Así que, tras intentar asimilar la información que el Wink me estaba dando en ese momento (recordad, sueño y resaca), le hice la pregunta más obvia: "iIIii cOmmo As sSALIdo???". Su respuesta me hizo sentirme un gilipollas absoluto.
David: "Tío, después de estar ahí intentándolo, me dí cuenta de que la puerta se abría girando el pomo hacia arriba, y no hacia abajo. ¿Desde que estás en este piso no habías cerrado la puerta de tu habitación?"
Yo: "Eeehm... no" ¬¬U
Dios mío. Conforme iba avanzando en mi lectura iba yo murmurando "no puede ser, no me lo puedo creer"... después me imaginé al Wink agobiado y llamandote al movil muerto de miedo, pensando que ya moriría ahí dentro sin nadie a quien abrazar... y casi me dio lástima entre carcajada y carcajada que iba yo soltando. Pero por Dios bendito, Al. Si la historia tenía este miserable final... ¿cómo se te ocurre colgarlo en internet? ¿No eres consciente de que alguien podría pensar que eres...hm... ^^U Bonita historia.
ResponderEliminarVaya tela con los arbitrajes en contra del Atleti, pero hoy no ha hecho méritos para ganar en Huelva. Me cae genial el mister del Recre, Marcelino.
ResponderEliminarJajaja me he reido mucho con la anécdota que has contado.
Un saludo crack.
Qué bueno, Alves!!! Me acaban de echar de la biblioteca por las carcajadas que he soltado al leer tu relato.
ResponderEliminarEs un placer vivir con vosotros dos
Me meo toa! Si es que estamos obsesionados con las cosas paranormales y no nos esmeramos en buscar salidas mas sencillas. Pobre Wink, ja ja y pobre Albret, en el sofá, ja ja ja. Muy bueno!!
ResponderEliminar