5 años de señorío

Tal día como hoy, un 20 de marzo de 2002, cinco mangarrianes que estudiábamos periodismo en Málaga (alguno que otro aún lo hace, jijiji) nos reunimos para saltarnos las clases y así aprovechar el soleado día que hacía. Lo que no sospechábamos era que en ese momento se estaba forjando un grupo que pasaría a la posteridad, y cuyas hazañas aún hoy se cuentan de boca en boca cual leyenda urbana: EL COMANDO ETÍLICO.

Ernesto Díaz De Vivar, Josemín de Ubrique, Ender Wiggin, Winkifredo "El Audaz" y un servidor, El Valeroso Albretgorn. Cinco despojos humanos que, tras años de incomprensión y aislamiento por parte de la sociedad, fueron a coincidir en la misma facultad, para horror de la especie humana. Ese hermoso día el señor Wiggin organizaba una barbacoa en su casa, no recuerdo muy bien el motivo y fuimos cuatro valientes los que nos apuntamos (la fiesta del rabo, puesto que no vino ninguna tía). Fuimos a la playa, puteamos a las niñas de la clase, comimos una jartá de carne (aún hoy se recuerda ese mítico confrontamiento entre Josemi y Ernesto por ver quién era capaz de comer más, cuenta la leyenda de que se comieron diez bueyes cada uno, incluyendo salsas y guarniciones), jugamos al ping pong (me ganaron, pero haciendo trampa), les expliqué a estos gañanes las normas del concurso de "Miss Periodismo" (porque sí, amigas compañeras de carrera, esos premios nacieron muuucho antes de la noche de la graduación, e incluso antes del día del nacimiento del Comando) y, en general, hicimos un día de "exaltación de la amistad". Eso sí, no hicimos nada guei.

A este día le siguió más de un año de borracheras por Málaga, denigración verbal de las mujeres, inclusión de miembros honorarios, creación de nuestros propios vocablos o códigos de conducta (sirva de ejemplo para ello el Decálogo del Charm de Barcelona) e incluso la organización de viajes para visitarnos cuando los trabajos de verano (Ernesto, Winky y yo en RNE Huelva, por ejemplo) o la beca Séneca (Ender en Salamanca, Winky en Madrid, Ernesto en Barcelona) nos desperdigaron por media España. Sin embargo, nos las apañábamos para hacer de esos encuentros algo especial.

Pero ya se sabe que la distancia es el olvido, y una vez finalizada la carrera el Comando se fue desintegrando gradualmente, tanto por la lejanía física de algunos de sus miembros como por las obligaciones laborales o la desidia. Hoy en día el Comando Etílico como grupo unido es un bonito recuerdo, y pese a que sus miembros siguen siendo mis mejores amigos y les veo con bastante asiduidad (excepto a Ender), ya no existe la unidad que había antaño, y es una pena. Pero fue mi primer grupo de amigos de cierta estabilidad, y siempre lo tendré en mi recuerdo. Y sin descartar una posible resurrección con nuevos fichajes, algo que hemos intentado en multitud de ocasiones, pero dudo que por ahí haya gente que esté tan colgada como nosotros. Bueno, quizás el Salva. ¡Aguaaaaaaa!

Sí, el que se parece a Rosendo Mercado soy yo, qué pasa

PD1: en homenaje a la creación del Comando voy a crear en breve una nueva sección en este blog, "RAF (Real Academia Frikal)". Periódicamente iré añadiendo los términos que componen nuestro peculiar vocabulario, para que admiréis la creatividad que poseemos. O nuestro frikismo. O ambas dos cosas.

PD2: hoy también se cumplen 4 años del inicio de la Guerra de Irak y de la rotura del ligamento cruzado anterior de mi rodilla derecha defendiendo valientemente los colores del Quark X (ambos hechos acaecidos un 20 de marzo de 2003), pero mejor recordar las cosas alegres, ¿no?