sábado, 30 de septiembre de 2006

Confesiones de un sábado por la noche sin salir

Otro sábado por la noche, y otra vez que no salgo. Es algo tan habitual que ha dejado de ser noticia (en mí, que no en Josemi, que lleva ya 3 sábados seguidos sin salir por voluntad propia), pero no deja de ser bastante triste. Ni siquiera voy a quejarme por los hechos: que mis amigos "oficiales" no quieran salir (estudios, trabajo, desgana...), que los que salgan no me avisen o, por qué no, no contar con una... digamos "plantilla" más amplia donde el bloque no se resienta si un día el crack de turno no tiene una tarde inspirada (no dejo de acordarme de Saviola, qué cabron, encima ha marcado hoy).

No, no me quejaré. Porque la Feria de Fuengirola se acerca y ahí podré desahogarme a gusto de mis frustraciones por no poder salir de juerga (incluso si tengo que salir yo solo), pero principalmente porque en breve me iré a Madrid, donde el panorama social no pinta tan desolador como en Málaga. Aunque sólo sea por el mero hecho de vivir en un piso con mis amigos (¡Vente, Anshelme!) y eso ya signifique que no tendré que estar esperando al finde para optar a tener contacto con otros seres humanos. Y porque allí hay gente que me demuestra constantemente que quiere que salga con ellos a hacer cosas, algo que aquí cada vez ocurre con menos frecuencia. Es un hecho.

Pero bueno, queridos contactos de Jon, no os quiero aburrir con mis pensamientos más destructivos sobre la amistad y las relaciones sociales. El verdadero motivo de este post es hablar del submundo que representa quedarse un sábado por la noche sin salir. Y es que, querid@s borrach@s, no sabéis lo que os perdéis. Si me hubiese ido hoy a beber chupitos con Rocío al centro (la única persona que me constaba que quería salir hoy), me hubiese perdido:
  • El renacer de Saviola (repito, lo de este tío es como para hacer una película)
  • La pelea verbal entre Coto y Kiko Matamoros en esa puta mierda de pseudoprograma llamado Dolce Vita (I´M WITH COTO MATAMOROS)
  • La pedazo de película de Van Damme en la Primera, que no sé ni cómo se llama
  • El placer de escribir un post en un blog
  • Beberme Aquariuses de cocacola
  • Ver la lucha libre (no sé a qué hora lo echa hoy Cuatro). Pedazo de corte el de la espalda de Hardcore Holly en su lucha contra Rob Van Dam, para que luego digan que es teatro.
  • Pensar en si mañana le daré toques o no a mis amigos madridistas cada vez que el Kun le rompa la cintura a algún defensor merengue

Joder, qué de cosas, si es que nos quejamos de vicio. Hala, dejad de salir a emborracharos, que ya mismo prohibirán los botellones en toda España y así os evitáis el shock. Y si lo que queréis es bailar, lo podéis hacer en el salón de vuestra casa mientras escucháis a Huey Lewis & The News. Lo del hacha y el impermeable es opcional.

Por cierto, que me ha decepcionado un poco "Serenity". No sé, está entretenida y tiene buenos efectos especiales, pero me esperaba algo mejor de Joss "Astonishing" Whedon. Eso sí, la tripulanta de la nave que estaba como loca por fornicar se ha ganado todos mis respetos. Bella persona.

6 comentarios:

  1. Eyyy...yo venía toda ilusionada para decirte que ayer noche yo tampoco salí, y no se acaba el mundo... ¡porque vi la lucha libre! ^_^ Más bonita, oye, no sabía yo que un programa así también tuviese momentos tiernos, como cuando apareció el hijo del luchador bajito ese y se dieron un abrazo encantador... Ains... ¿estás orgulloso de mí? :_)

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  2. Esto no me lo esperaba. Sí, lo estoy :___D

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  3. Lectores de Jon? Ein?

    Bueno, a veces también sales y preferirías no haberlo hecho, ojo.

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  4. Digo lo de tus lectores por la coña que dije de que sólo me leíais La Rizos y tú. Como en el post de Perdidos me dejó un comentario un coleguita tuyo, pues ya abro el abanico : )

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  5. Resulta curioso, pero creo que últimamente me hablas más por el blog que por el Messenger... *se hace el loco*

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