Momentos Fujifilm

Resulta fascinante ver cómo la inclusión de una simple camarita de fotos digital (bueno, "simple" es un decir, que me costó 250 euros) en un grupo de gente borracha puede marcar la diferencia entre una noche de juerga estándar o una noche de juerga memorable. Anoche volví al Real de la feria tras el fiasco del pasado sábado, y me lo volví a pasar bastante bien, igual que el martes cuando salí por el centro. La cosa parece que va mejorando, pero seamos cautos. Como decía, nos juntamos un grupito de gente interesante de gente, hablamos, bebimos, etcétera... todo típico, entretenido pero nada fuera de lo esperable. Sin embargo, como decía antes, en cuanto saqué la cámara de fotos la gente empezó a desmelenarse (yo el primero), poniendo caras imposibles (yo el primero), haciendo el friki de una manera descomunal (yo el primero) o humillando a amigos en grabaciones caseras de vídeo (yo el primero, también xD). Quizás todo sea una ilusión y en las fotos la gente ponga las caras que quiere poner para así, en el futuro, ver esas instantáneas y poder decir falsamente "qué feliz era en ese momento", aunque sea mentira. Pero puedo decir, sin miedo a equivocarme, que anoche la gente lo fue, disfrutando de una cosa tan sencilla y tan difícil de conseguir como es reunir a un grupo de gente para poder echar unas risas. Yo el primero.

Y, ah, si algún internauta despistado ha aterrizado en este blog (me niego a creer que mi blog sólo lo lea Bea), le pido un consejo: si tuviérais 4.000 euros, ¿en qué os lo gastaríais? ¿En un cochazo de segunda mano o en hacer un máster de diseño gráfico en Madrid? Tengo la oportunidad de hacer ambas cosas, pero son incompatibles: porque no dispongo de 8.000 euros, porque quiero hacer el máster pero no sé si gastarme la burrada que supone irme a vivir a Madrid o me busco uno más baratito aquí... pero claro, si me voy allí ya no necesitaría el coche. Pero quizás me viniera bien tenerlo ya atadito para cuando volviera a Málaga, porque es un ganga. En fin, que como es habitual, no sé qué hacer. Comentad, cabrones.

Escuchando: Right before your eyes (Hoobastank)